30 septiembre, 2009

Mi ruego

Aún no quiero dejar este mundo. Tengo todavía para aportar y solo necesito tiempo. Quiero llegar no solo lejos, sino también busco llegar alto. Por mientras, puedo seguir dando más felicidad y libertad a la humanidad. Ruego a la vida que me dé el chance y no me lleve a la eternidad.

No sé por qué no me puedo visualizar como una viejita. Aparte de mi gran temor de envejecer y perder la belleza de la juventud, de pronto siento que para ese entonces tendré mucho que cargar sobre mi espalda. Ahora con mi poco más de cuarto de siglo, han pasado tantas cosas que a veces me desbalancean mi eje.

Pero desde hace un par de meses, me siento convencida de lo maravillosa que es la vida, y lo divertida que puede ser si una lo permite. Ahora estoy rodeada de gente que quiero y que me dan vida. Cada uno es una vía para llegar a otro rincón de este mundo que sola no podré conocerlo todo. Y me refiero a mundo como el planeta Tierra y también como todo ese complejo emocional que los humanos formamos.