21 julio, 2014

Mi velo protector

Oculto el tiempo que llevo en esta vida en el cuarto más amargo que tengo en mi alma. Disocio toda la basura que las personas me dan y lo transformo en luz limpia. Engaño los sentidos de los demás y a veces los míos, porque mi mayor escudo es la belleza que bloquea los pensamientos para sólo querer apreciar tanta hermosura hecha de materia viva y caliente, y no de fríos LEDS. Este cuerpo me fue dado para vivir este tiempo terrenal pero realmente soy como cualquier tipa angustiada y perdida, con muchas preguntas y vivencias. 

05 julio, 2014

A usted

Hago un llamado a todos quienen están intensamente tristes, a quienen han perdido la chispita de brillo en los ojos, a quienes no quieren gastar energía manteniendo una buena postura, a quienes rechazan los mensajes motivadores del correo o el extraño positivismo que tienen las personas que postean sus errores y desgracias en Facebook. 

Sigo llamando a quienes están en contra de levantarse cada vez que se caen, que se rehusan a escuchar consejos, a quienes están cansados de demostrar que lo están intentando, a quienes quisieran gritar toda la furia que guardan pero que no han podido porque se les exige hacer la paz a pesar de su guerra. 

No les llamo para cura o consuelo. Llamo para que sepan que al menos en este mundo de vivos y muertos hay una persona que no les pide superación, coraje, entereza ni actitud de cambio, sino sinceridad con su ser, conciencia de sus emociones sin etiqueta de bueno o malo, poca vergüenza para hacer a su alma a gritar, y por último el permiso de estar mal durante el tiempo que necesiten. El bienestar constante va contra la naturaleza humana. Forzarlo es en mi experiencia poner una cobertura de varias capas que contenga esa fuerza viva que esta dentro, y al rato quema y mucho. 

Cargo con una tristeza profunda desde hace décadas. No me han ni me he permitido vivir el dolor en mi hablar, comer y andar. Los bloques que están puestos para mi soporte me enjaulan y debilitan. Necesito espacio para desbordar mi sufrimiento hasta la sequía. Necesito mínimo una persona. Si alguien acude a mi llamado, ya tendré con quién crear ese espacio limpio de posibilidad y humanidad. 

La sonrisa

Me abandono cuando estoy alrededor de personas. Estoy sola porque nada está conectada a mí. Gente y objetos estamos en el mismo recinto sin razón especial más que estamos ahí. No tenemos que relacionarnos obligatoriamente pero es feo sentirse sola, es malo que otros lo noten y peor si una nota que lo están notando. Tal vez es mejor practicar la apariencia. 
Duranre siglos hemos ido perfeccionando el manual de cómo hablar con desconocidos en un ambiente controlado de aparente amabilidad y cortesía. Hay una manera de sonreír, y de hecho me sale muy bien, para no parecer muy amigable, desesperada por entablar conversación o la mueca evidencia de incomodidad. Me ha funcionado me sirve para sobrevivir ese rato pero llego a la casa más cargada de tensión que como salí. No debería salir pero me gusta monitorear si aún puedo hacerlo. No quisiera ver que perdí práctica. Considero suficiente fuerte darme cuenta que perdí la juventud en no sé qué carajos y de paso ver que también perdí mi habilidad para socializar.