30 septiembre, 2006

Destiempo

Ya no tengo la fuerza para caminar rápido por la calle, incluso cuando llueve. Con mi paso, marco mi esfuerzo por vivir lento, y entre mis cejas sujeto la tensión que hay en la velocidad de mi alrededor.

23 septiembre, 2006

Presagio

La perfección me pone a pensar en la estrategia que utilizó para engañarme. Porque lo logró, llegué a creer que valía como persona, pero no es nadie. Le quito los velos, los trajes, y las máscaras bufonas para ver quién está detrás.
Me asusta lo que encuentro porque confirma mi augurio. Había tres cosas que llevaban un buen tiempo ahí acompañadas de mucho vacío. Tropiezo con la cobardía que se escondía de mi vista. La inseguridad que no se decidía a darme la mano. Y la arrogancia que me volteó la cara bruscamente cuando nuestras miradas se iban a topar.

Abandono


Para sentirse huérfana, basta con saber que no cuenta con su apoyo. Vivir así es tan aburrido que por eso lo mejor es caer en la indiferencia justa e indolora, porque no merece su cariño, no merece ser feliz.

22 septiembre, 2006

Delinear y delinear

No encuentro mi centro. Lo perdí hace unos años en un monte santo, con el mayor punto de giro que puede haber. Sin embargo, parece que voy deslizándome de punto en punto en una línea de carbón, sin saber lo que se está formando. Puede ser que en un tiempo, el dibujo esté terminado y no quede más que pasar de hoja y empezar de nuevo. Eso si hay más por hacer, pues al término del último esbozo, irá para el estante de los ejemplares terminados. Sin duda nuevos vendrán. Nuevos vendrán y ninguno como el anterior.

19 septiembre, 2006

Corazonada

Y lucha para que las emociones no le guíen.
Se esfuerza por tener días planos.
Niega las sensaciones que las caricias de la vida le sacuden.
Aplaca la onda que le mueve a experimentar más y más.
Y se resiste a abrir los sentidos para reaccionar espontáneamente a las maravillas que un nuevo amor le ofrece.

16 septiembre, 2006

Chispas

Me volviendo loca. Debo buscar una nueva forma de desahogar mi ira, mis codos están resintiendo los golpes en la almohada de mi cama y en los libros inocentes de cualquier maltrato. Lo bueno es que nadie se da cuenta de nada más que un ruido seco y repentino que se oye en algún lugar perdido en la casa. Nadie se asoma para ver lo que pasa. Me da gracia esa actitud de descuidar a los que aparentan ser fuertes y centrados.
Demasiado enojo por dentro, demasiada enfermedad por afuera. Mi emergente sadismo está en aumento. Las cosas no están bien. Lo mío es la violencia, pero uno no puede quedarse siempre igual, hay que cambiar, así que estoy pensando en buscar un rato la inspiración etílica, o algún estimulante que me transforme en la dama y señora de la noche... No, mejor amo a todos los hombres disponibles y los que no, también (los límites se los pone uno). Les prometo el amor soñado a diestra y siniestra, mas no me prometo a mí la vida que soñé.

Encierro

Detrás de la puerta me cubro con el más profundo sentimiento de soledad. El ruido de la calle me confirma que quien se siente así soy yo y nadie más.

15 septiembre, 2006

Loco

La mente, la mayor enfermedad.

08 septiembre, 2006

El primer sentido

No importaba nada más en la vida que dejarme pintar por ellos. Y pensar que los he visto durante tantos años y hasta ahora en medio de una conversación normal en la cafetería usual y con su inseparable cigarrillo, los vi por primera vez. Habrá sido la luz de la ventana junto a la mesa, que le intensificaba el pigmento cálido y monocromático, nuevo en mi paleta de colores, o habrá sido la especial forma en que miraban a la misma que siempre he sido.

Secreto

Lo admito. No era ninguna maravilla, ni me ofrecía nada que otro no me pudiera ofrecer. La insipidez diaria me anestesió el gusto por el harto empalague, y tan ausentes esas sutilezas que desfiguran todo a un sublime y volátil momento. Descubrí lo que no había querido ver: lo desquiciado que estamos por dentro. Y cuando me di cuenta que esta vez la compañía por sí sola no era suficiente, decidí empezar a pedir cosas con qué llenar ese vacío.
Una vez me dijeron: Cuando hay amor, lo demás no importa. Creo que ese era el problema. Hice muchas cosas que cualquiera diría, esta niña está enamorada. Pero nunca pasó así... Voy a revelar un secreto, todo eso lo hice como un desesperado intento por salvar lo insalvable.