No hay más en el mundo que tu mirada clara y fija, sin miedo a ser mirado. Con el semblante tranquilo, mirándome a mí y a nada más. Estiro el tiempo que gozo con vos valiéndome de pretextos como ver el bello atardecer de todos los días.
Aunque de esos ocasos queda poco, recordá que una vez nos quisimos más de lo que debimos y por eso, el mundo nunca se enterará de que batimos las reglas por un sentimiento en el que creíamos.
Pasado es lo que resta. Los crepúsculos del siguiente mes sabrán muy diferentes, sentiré más frío y extrañaré ver un pedazo de cielo tornasol en tus ojos. Pero no tengo miedo. La contemplación volverá a su esencia inicial, un gusto para disfrutar en soledad.

Posteado por Tatiana a las 6:33 p. m. | Permalink | comentarios

Le agradezco que me haya enseñado con el ejemplo y en persona que estamos solos en esta vida. Que las personas en quien más confiamos, cuando se van, duelen más.

Los seguidores reciben el mayor golpe moral cuando sus líderes les fallan. Cuando la base de su confianza se personificaba en un líder con ética, y luego ven que no es más que apariencia. Un cálculo teatral.

Tal vez se repite "La esposa del César no solo tiene que serla sino también que parecerla". Pero si supiera que ni esposa es, ni aparenta poder serlo. Un aplauso por cada persona que le cree su papel, pero mi reverencia para los que no se lo creen. Para los que logran ver la insignificancia de la persona una vez despojada de su pesado vestuario.

Posteado por Tatiana a las 6:02 p. m. | Permalink | comentarios

Pero gracias a Dios que me libró del peor error de mi vida: engancharme. La bola le cayó a otra persona, ¡y enhorabuena! Se la tendrá que enterrar todos los días. Mis más sinceras condolencias. No quiero jugar de hechicera pero créanme más de una vez habrá un grito en silencio de desesperación porque la mente-corta no le brinda comprensión. Más de una vez habrá un pensamiento que autoflagele su conciencia por no haber visto a tiempo las señales de que esto no valía la pena. Que el valor que tuvo fue por su esfuerzo, por su entrega, no por la retribución. Habrá noches quietas que se convencerá de que a veces el amor no se debe luchar.

No creo tanto en que los polos opuestos se atraigan. Dos piezas de rompecabezas son disímiles pero están hechas del mismo material y forman parte de una sola figura. Fueron cortados por el mismo bisturí y al segundo de ser piezas, y los revolvieron en una caja. Tantas piezas parecen que calzan pero no, solo esa y nada más. La suerte es que los encuentren. Ojalá no se haya caído uno debajo de la alfombra o debajo de ese mueble que nunca se mueve de lugar.

Posteado por Tatiana a las 8:10 p. m. | Permalink | comentarios

En los eclipses de luna, me despojo de mis ropas. Esta que ves soy yo - mi íntima esencia. Esta es la belleza más allá de los accesorios y de las palabras.

Dejame arrecostarme en tu pecho en una noche quieta. Quiero que guardes mi sueño en tu almohada. Calienta mi cuerpo alterado en un abrazo. Y trata de fundir tu aroma con el mío. Tenemos pocas horas vacantes y muchos mediodías que transigir.

Te aseguro que en la próxima coloración volveré para vernos donde apunta la equis del mapa. Llegaremos diferentes pero dejando un rastro similar. Empezaremos como si fuera ayer el último día que reposamos. Un nuevo destello emanaremos y un nuevo juego lumínico regalaremos al amanecer.

Posteado por Tatiana a las 10:44 p. m. | Permalink | comentarios

¡Qué cansado que se atenga a mendigar cuando le sirvo banquetes!

Posteado por Tatiana a las 10:04 p. m. | Permalink | comentarios