Ya no tengo la fuerza para caminar rápido por la calle, incluso cuando llueve. Con mi paso, marco mi esfuerzo por vivir lento, y entre mis cejas sujeto la tensión que hay en la velocidad de mi alrededor.
Posteado por Tatiana on 30 septiembre, 2006 a las 11:35 p. m. |Permalink
Comments