Con el viento a mi favor, recibí el humo que se escapó del beso más íntimo y necesitado a su cigarro. El humo rebota en mi cuerpo. El tejido de mi ropa lo absorbe. Mi mirada se nubla y su imagen ante mí, es un espectro blanco. Con el viento a mi favor, recibo una caricia efímera... Quiero un beso suyo, porque lo único que he recibido es el humo que se escapa de su boca.
Posteado por Tatiana on 24 noviembre, 2006 a las 11:47 p. m. |Permalink
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