Mi último tango

Sacrifiqué mi espacio de conexión con las fuerzas energéticas de la Tierra para hundirme en la academia.
La rutina plana de libros e investigaciones
no se compara con el placer de los movimientos continuos
al ritmo de acordeones y pianos.
Voy a extrañar el cepillado de los zapatos en el piso de madera
y las figuras corporales que componen dos personas.
Bailaré mi último tango abrazada a mis sueños de escenarios,
luces cegadoras, mallas de red y vestidos negros rasgados.
Que triste...
El tango no debería morir...
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yo, mando |
10:26 p. m.
Sí, no debe... Pero digamos que no lo voy a hacer morir sino que le voy a poner una manta encima para dejarlo un buen rato por ahí.
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Tatiana |
10:42 p. m.
Por qué insistes en llamarlo
" El último tango "
si tan sólo es en realidad
" El último tango, por ahora "
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Anónimo |
3:04 p. m.
Porque nunca sabemos con certeza si esta va a ser la última vez... Es un chance que nos jugamos cuando decidimos abandonar las cosas por un tiempo.
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Tatiana |
11:05 p. m.